Actualmente se está llevando a cabo un análisis en la sobre el uso y resultado de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC).
Para un conjunto de personas más o menos introducidas en la Información, que nos preocupan temas relacionados con las plataformas, los objetos de aprendizaje, los estándares, los metadatos, el diseño instructivo , a veces cuesta caer en la cuenta que si bien es cierto que las TIC se están incorporado de forma paulatina, pero sin pausa, a los procesos de enseñanza/aprendizaje –aunque con diferente ritmo y alcance dependiendo de los niveles educativos, el contexto en el que se desarrolla, los medios con los que se cuenta y las personas involucradas– hay muchos docentes que aún tienen problemas para manejar con soltura un programa de presentaciones o incluso abrir un correo electrónico, cuanto más para crear un material didáctico orientado a la formación en línea; lo cual no deja de suponer un importante freno para el desarrollo de más y mejores ofertas formativas enformativas en línea.
Estas reflexiones coincidieron en tiempo con este monográfico dedicado a los recursos y materiales didácticos. Normalmente estos recursos se crean inicialmente con un carácter de uso exclusivo del docente, con la idea de ser consumidos de forma impresa, aunque poco a poco se irán poniendo al alcance de los alumnos (muchas veces debido a la insistencia de estos), eso sí casi siempre en formato papel.El mayor reto a superar en esta fase es la reticencia del docente a compartir su trabajo, pero se está sembrando una semilla muy importante, empieza a construirse una base de recursos que, aunque concebidos para ser consumidos impresos, existen en formato digital, lo que nos va a facilitar el paso a la siguiente etapa, las páginas web de las materias como almacén de recursos compartidos.
La Web se convierte en el escaparate ideal para que el docente, una vez vencidas sus reticencias, publique todos aquellos materiales y recursos que tiene desarrollados en formato digital, haciéndolo prácticamente sin ningún esfuerzo añadido a una forma de trabajo que tiene ya asimilada.
Si a los materiales desarrollados se les dota de una cierta organización académica; si se añaden los medios de comunicación necesarios, fundamentalmente asíncronos, pero sin descartar los síncronos, para poner en contacto a las diferentes personas que participan en un proceso de enseñanza aprendizaje; y si se dotan los servicios de gestión académica oportunos, se tienen los cimientos de un campus virtual preparado para llevar a cabo experiencias de formación en línea, mixtas o de apoyo a la docencia presencial.
El concepto de objeto de aprendizaje enfatiza la noción de reutilización en el contexto de los contenidos educativos digitales mediante una serie de estrategias que se estructuran en tres líneas generales: la granularidad de los contenidos, su descripción a través de unos metadatos y la interoperabilidad, que asegura que un mismo recurso pueda ser usado en distintas plataformas LMS con la misma funcionalidad y de forma transparente para el usuario final. El desarrollo de materiales didácticos digitales presenta una evolución continua y en este artículo se ha pretendido subrayar la línea de evolución que, desde el desarrollo inicial de documentos digitales, concluye en la proliferación de los sistemas educativos en línea basados en la metáfora del campus virtual.
El concepto de material didáctico digital toma el formato de objeto de aprendizaje con una clara orientación hacia la reutilización y la garantía de calidad de su contenido. El buen uso de este tipo de herramientas donde se encuentra uno de las líneas fundamentales de desarrollo de contenidos pedagógicamente contrastados y donde se puede dar un doble nivel de reutilización, el de los objetos de aprendizaje propiamente dicho, con todas sus reservas, y el de los diseños de aprendizaje, como algo extremadamente potente.
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